martes, 28 de febrero de 2023

RESEÑA YUKÓN VERSOS / MESTIZOS -REVISTA NAYAGUA-

YUKÓN: FIEBRE DE LA PALABRA

¿Se puede comenzar un poemario, uno no narrativo, in medias res? En medio del asunto, de las cosas, de la cosa. Así es en Yukón, de Marga Mayordomo, iniciado con una humilde –y honesta– «y». Conjunción copulativa en minúscula por la que el texto que acontece no surge de la nada sino que, junto a la ausencia de puntuación ortodoxa y de mayúsculas a comienzo de frase, sigue un continuo del que ahora una parte se nos hace visible. No es un principio. Hay antes, mucho antes, un origen lejos de lo lineal. No nos referimos solo a la obra de la autora, que también –es este libro, el tercero de la poeta, resultado y madurez de lo ya apuntado en sus obras anteriores, aunque con una eclosión en forma y sentido que la aleja gloriosamente del mal de escribir «n» veces la misma obra–, sino a ese asunto ingente, cosa infinita, en medio del cual la autora nos planta con esa «y», diminuta, para interrogar(nos), buscar(nos), descubrir(nos), sentir(nos), al asunto, a la cosa y a un nosotros no egotista sino nosotros-mundo, en la minúscula medida de lo posible. …Hay un desprenderse, un soltar lastre, pues es esta una travesía río arriba, contra corriente…  Esta renuncia de lo que grava para colmar el hueco con lo orgánico vivo, en el terreno de lo poético ha de hacerse desde la palabra.

   Así lo entiende y hace y consigue la autora, por medio de lo que… llamaríamos, en parte, un juego; y aquí, sí, hay juego, pero también conciencia de lo que se hace, estudio. Digamos, pues, que, en el mejor de los sentidos, juega: experimenta, altera, corta, expande, repite. Destruye, deconstruye y construye el significante y lo significado. Deshace y rehace a su antojo sintaxis, gramática, la forma y el lugar de los fonemas, signos, los espacios; en definitiva: la palabra y lo que forma parte y acompaña a la palabra.

…La palabra ha de estudiarse infinitesimal e infinitamente. Con audacia y ahínco lo hace la autora sin olvidar el nombrado juego y sin restarle, por ello, sino más bien sumarle, la importancia merecida. Toma poéticas, lenguas, giros coloquiales, porciones de diálogo, notas de ópera, la más alta lírica, cine de suspense, intertextualidades, noticias, rito, trascendencia, altas cumbres, mística, miseria, barriada, buscadores de oro, divas, refugiados, Yukón, Moria, lo familiar, lo social, la alta lírica y el suelo cotidiano, para no dejar afuera ni lo que suele apartarse, el barro creador:

    o mío babino caro                                                                                                                        –oh María María canta más fuerte                                                                                                (ah, sí, los extrarradios)

Presencia es un término clave en este poemario: no suelta la poeta el mundo, haciéndolo constantemente presente. Es un todo con todo –lo que sea menester–, y cada cosa en todas. Mestizaje. No podía ser de otra manera, porque la res, el «asunto», lo incluye todo. Y si ha de vislumbrarse, ha de mostrarse.

    Collage es un vocablo que viene a la mente al leer este libro, y en su aspecto de suma de fragmentos es acertado pensarlo; también en el impacto visual, pues el dibujo resultante de la singular composición produce ese efecto, estudiado y acertado como visión de este lugar donde existimos. Sin embargo, en la lectura, sucesiva por necesidad, recuerda más a la música… Hay multitud pero no hay caos; hay inteligencia, partitura. Esa «y» inicial que se repite a lo largo del poemario, esa «y» que suma en humildad minúscula, que recuerda el versículo bíblico, es aquí también compendio de distintos narradores, voces, pero es herética: rompe con lo que haga falta, deja espacio tanto a la divinidad de Celan como al programa radiofónico o el diabólico tecnicismo verde del euríbor.

   Mención especial merece un hecho que destaca: la utilización de diferentes idiomas –cual demonio–, y no en proporción al uso del castellano, sino en forma de eclosiones, instantáneas, fugaces apariciones que chocan al romper el discurso de la lengua que nos es común.

    Como en el fresco de la Tumba del nadador, del saltador…, obvio salto a la muerte pero también a un mundo de conocimiento, en Yukón la autora nos sumerge con su «y» primera en un «en medio» que significa «de pleno», «de lleno», en la res, el «asunto». Y ese asunto es un río grande. Muy grande.                                                                                                      María Solís Munuera

Aquí unos fragmentos de la estupenda reseña, realizada por la poeta María Solís Munuera, a la que doy las gracias.

Yukón versos/mestizos                                                                                                        Marga Mayordomo                                                                                                                Ciudad Real, Mahalta, Colección Adivinos, 2022 



martes, 21 de febrero de 2023

 Poema de Marga Mayordomo incluido en el texto Ciudad Fonollosa

Últimos retazos del Centenario de Fonollosa: lectura en Aleatorio y el poema en que contesto y/o sigo en la onda de Fonollosa, el cual parece tener cierta antipatía por los paisajes verdes o frondosos, que emocionan a la gente.






































lunes, 20 de febrero de 2023

miércoles, 15 de febrero de 2023

Lectura de poemas en Aleatorio Bar de Marga Mayordomo, junto a maravillosos poetas participantes en el Libro Ciudad Fonollosa. Ediciones 4 de agosto más la participación de Cartonera del escorpión azul.



sábado, 4 de febrero de 2023


"Lleno el gris papel burocrático con las perlas de mi escritura y con las víboras de mi corazón.”

(M. Tsvietáieva. Diarios de la Revolución de 1917)