viernes, 21 de julio de 2023


Hola os dejo un ensayo sobre Ezra Pound, que me acaban de publicar en Tam Tam Press, a los que doy las gracias efusivamente. Este controvertido y enorme poeta, merece una lectura.


 Ezra Pound: el ‘terminator’ 

 de la  lírica victoriana

Ezra Pound. © Photo by Archivio Cameraphoto Epoche: Getty Images.

La poeta madrileña Marga Mayordomo nos envía un ensayo sobre la controvertida figura del poeta, ensayista, crítico y traductor estadounidense Ezra Pound (1885-1972).

EZRA POUND: EL TERMINATOR DE LA LÍRICA VICTORIANA. GENIALIDAD Y CONTROVERSIA 

EN ‘IL MIGLIORE FABBRO’


Por MARGA MAYORDOMO

I – BIOGRAFÍA DE EZRA POUND

Poeta vanguardista, ensayista, crítico, y traductor estadounidense que ejerció una enorme influencia en el desarrollo de la poesía y la crítica inglesa y estadounidense a comienzos del siglo XX. Más allá de las adhesiones y rechazos que suscita, Ezra Pound es una de las figuras literarias que más estudios ha generado alrededor de su obra y persona.

Nace en Hailey, Idaho, en 1885 y muere en Venecia en 1972. Tras graduarse en la Universidad de Pensilvania en lenguas románicas, su primera poesía estuvo condicionada por los poetas del siglo XIX, la literatura medieval y la filosofía ocultista y mística neorromántica.

Deslumbrado por la cultura europea, viajó a Londres y luego a París, donde además de resaltar su desprecio a la cultura vernácula, mostrará la oposición tajante a su economía y la Gran Guerra, que juzga consecuencia lógica de la especulación financiera y la usura.

En 1908, cuando se establece en Londres, comienza un período de intensa producción y entabla amistad con W. B. Yeats, a quien considera el mayor poeta vivo. Durante este periodo trabajó como corresponsal para las revistas estadounidenses Poetry y The Little Review. En 1920 se traslada a París, convirtiéndose en líder del círculo literario de exiliados norteamericanos. Finalmente, en 1924 se estableció en Rapallo (Italia), donde continuó trabajando en Los cantos, obra comenzada en 1915.

Pound fue esencialmente un poeta, pero dedicó ímprobos esfuerzos a la crítica literaria y política, especialmente a ciertas ideas económicas. Como dice Costa Picazo: «Para Pound, el peor crimen es que el dinero provenga del dinero y no del trabajo…». Pound, como Heidegger, como Blanchot, como Céline, como tantos otros, abrazaría la solución fascista como resultado coherente de sus propias reflexiones sobre la economía y la política de su tiempo.

Entre sus virtudes hay que destacar su faceta de animador cultural, en el mejor sentido: dio movimiento y alma a la poesía de lengua inglesa estancada en el romanticismo tardío y el simbolismo. Y fue también algo poco habitual: un hombre generoso con muchos artistas y escritores. No puede ignorarse, la relevante intervención que tuvo en la publicación de La Tierra Baldía de su compatriota T. S. Eliot. Esta generosidad tomó en ocasiones la forma de la colaboración, en el sentido mayéutico de la palabra (haciéndoles apreciar su propio potencial). Tampoco puede olvidarse su tarea de traductor en el sentido más profundo del término:

La mujer del mercader del río: una carta (Cathay 1915)

Cuando yo todavía llevaba el pelo cortado sobre la frente
jugaba en el portal delantero, recogiendo flores.
Tú viniste con zancos de madera jugando a los caballos,
caminaste junto a mi asiento, jugando con ciruelas azules
y seguimos viviendo en el pueblo de Chokan:
dos niños, sin aversión ni sospecha.

Con catorce años me casé con vos, mi señor.
Nunca me reía porque era tímida.
Bajaba la cabeza y miraba a la pared.
Aunque me llamaran mil veces, nunca volvía la cabeza.

Con quince años dejé de fruncir el ceño,
deseaba que mi polvo se mezclara con el tuyo
para siempre y para siempre y para siempre.
¿Para qué seguir vigilando?
Te fuiste cuando yo tenía dieciséis años,
te fuiste a la lejana Ku-to-yen, junto al río de los remolinos,
y has estado fuera cinco meses.
Los monos hacen un ruido muy triste por ahí arriba.
Cuando te fuiste arrastrabas los pies.
En el portal ahora ha crecido el musgo, musgos distintos,
¡demasiado profundos para limpiarlos!
Las hojas caen pronto este otoño, por culpa del viento.
Las mariposas emparejadas ya amarillean en el agosto
sobre la hierba del jardín del oeste;
me duelen. Me hago vieja.
Si has de venir por los vados del río Kiang,
por favor, házmelo saber de antemano
y yo saldré a recibirte,
iré hasta Cho-fu-sa.
Por Rihaku

(Versión: Javier Calvo)

Se consideró antirromántico, aunque F. R. Leavis sugirió que la Provenza de Pound es una especie de evasión romántica. Aunque le interesó la novedad, relativizó su importancia y muy pronto se dio cuenta de que el pasado (Dante, por ejemplo) podía ser cualquier cosa menos sinónimo de ignorancia. No se mostró con la historia pasada ni grandilocuente ni nostálgico.

Ezra Pound fue el más americano de los poetas del siglo XX. Sólo Walt Whitman (al que cita en un poema) «tiene en buena medida el mismo perfil». Los dos se empeñaron en un cantar de gesta, sólo que el de Pound es un poema crítico (una revuelta ácida) contra la modernidad, justo esa modernidad que Whitman encarna en sus Hojas de hierba. La confianza en la democracia americana de Whitman es en Pound recelo y/o nostalgia de la sociedad estamental.

Pound, incluso en los momentos más confusos de su vida, creyó en el poder transformador del amor. Fue un poeta amoroso, algo que no podemos decir, por ejemplo, de Eliot. En éste hay pequeñas visiones del amor, pero perdidas en un mundo seco o salvado por la religión. Sin embargo, según J. Mortiz, este sentido religioso le aporta una mayor comprensión del sufrimiento, haciendo de Eliot un escritor más profundo. En Pound no hay religión alguna, salvo la de la poesía. En este sentido, en Poetry (1916), respondiendo a un comentario sobre la poesía como «entretenimiento», comenta: «Las obras de nuestros antepasados comparables, incluso, con Homero… No se hicieron para entretener a nadie, sino porque un hombre que se aferraba al silencio no pudo dejar de hablar».

De educación presbiteriana, Pound evoluciona hacia un escepticismo trufado de paganismo, peleado, especialmente, con el catolicismo y el judaísmo. En su Obra criticó, con obsesión rayana en la locura, lo que él consideró como usura con una actitud generosa, ingenua y reaccionaria. Generosidad en cierta forma ciega y obtusa: veía su idea pero no la realidad.

Cantar XLV (1956). Con usura

Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra
con bien cortados bloques y dispuestos
de modo que el diseño lo cobije,
con usura no hay paraíso pintado para el hombre en los muros de su iglesia
harpes et lutz (arpas y laúdes)
o lugar donde la virgen reciba el mensaje
y su halo se proyecte por la grieta,
con usura
no se ve el hombre Gonzaga,
ni a su gente ni a sus concubinas
no se pinta un cuadro para que perdure ni para tenerlo en casa
sino para venderlo y pronto
con usura,
pecado contra la naturaleza,
es tu pan para siempre harapiento,
seco como papel, sin trigo de montaña,
sin la fuerte harina.
Con usura se hincha la línea
con usura nada está en su sitio (no hay límites precisos)
y nadie encuentra un lugar para su casa.
El picapedrero es apartado de la piedra
el tejedor es apartado del telar
con usura
no llega lana al mercado
no vale nada la oveja con usura. (…)

(Versión: Javier Calvo)

Para quien lo reverencia como poeta, traductor, crítico y generoso amigo de muchos escritores, Pound puede llegar a ser una pesada carga, pues hay aspectos inaceptables en quien hizo gala de antisemitismo y fue acusado de traición a su país. Admiró a Mussolini. Le consideraba el creador de un Estado modelo: justo, ordenado y progresista. En 1933 conoció al Duce y esbozó para él sus ideas sobre la reforma monetaria. Ya en esa época se iba internando cada vez más en su propia obsesión, dominado por sus teorías económicas complejas, ideales e irrealizables.

Pound pagó caro sus culpas. En 1949 fue declarado traidor a la patria. Es indudable que había hablado contra los Aliados, e intentado impedir la entrada de su país en la guerra. Es verdad también que pocos lo escuchaban, y que los servicios de inteligencia pensaban que hablaba en código, cuando leía sus teorías del crédito social o a Confucio. Pero desde Radio Roma hablaba contra Churchill y Roosevelt, a quienes culpaba de la muerte de millones de personas. Tampoco escaseaban las críticas antisemitas al identificar los Rotschild & Co como los banqueros financistas del armamentismo.

Al terminar la contienda, a la edad de 62 años, Pound fue apresado por partisanos italianos y encarcelado en el campo de concentración americano de Pisa. Desde Italia, es enviado a Estados Unidos y recluido por demencia durante doce años en el hospital Saint Elizabeth. Allí contó con la solidaridad de William Carlos Williams y Olson como asiduos de la lista de visitas. Finalmente, en abril de 1958 se le declara incapacitado y se le libera bajo custodia familiar. En 1958 volvió a Rapallo (Italia), donde lo visitaría Allen Ginsberg. Contra la veneración que le profesaban los beats calificándolo como su profeta, un Pound viejo y desencantado opinaba, ahora, que la suya había sido la obra de un imbécil.

Cantar CXX (1956)

He intentado escribir el Paraíso
No os mováis
Dejad hablar al viento
Ése es el Paraíso

Que los dioses perdonen
Lo que he hecho
Que aquellos que amo traten de perdonar
Lo que he hecho

(Versión: José Vázquez Amaral)

Aún en su decrepitud, el anciano Pound conserva un aire venerable y digno. Sus cantos se habían cerrado con una invitación: «Dejemos hablar al viento». Hacia el fin de su vida, Pound se sumió en el silencio. Después de los primeros tiempos de euforia ante la libertad, cayó en una depresión esquizofrénica de la cual no se recobró. En una oportunidad aclaró: «Yo no me sumí en el silencio; el silencio se apoderó de mí».

Allen Ginsberg y Ezra Pound en 1967.

II – MARCO HISTÓRICO Y LITERARIO

Ezra Pound, a caballo entre el siglo XIX y XX, fue un testigo excepcional de la cultura contemporánea y de los cambios que en ella se producen y, en definitiva, la condicionan. Esos cambios se resumen en la constitución de una sociedad plenamente moderna en la que triunfan sistemas de producción industriales sobre los agrícolas, lo que conlleva migraciones masivas a las ciudades y la constitución de urbes como las actuales. Estos cambios comienzan en el siglo XIX en general, pero en EE.UU. y Gran Bretaña es en el paso de un siglo a otro, acentuándose más en las primeras décadas del XX. Hay avances tecnológicos como la electricidad y el uso del petróleo como energía, así como el automóvil, el aeroplano, el teléfono y la máquina de escribir, el gramófono, la radio, los rayos X, el cine, el metro etc. Por otra parte es a caballo entre los siglos XIX y XX, cuando se asientan las bases del pensamiento moderno y aparecen pensadores como Darwin, Frazer, Nietzsche, Marx, Freud, o Einstein.

En general, la Gran Guerra y sus nueve millones de muertos imprimirá un sello descorazonador en los avanzados del modernismo; el comienzo de ésta provocó primeramente el cese de los intercambios vanguardistas internacionales. La guerra paralizó también los debates políticos y el sufragio femenino. En el periodo de entreguerras, aparece un grupo de escritores modernistas, los exiliados culturales de la «Lost Generation» (Generación Perdida americana), que se trasladan en su mayoría a París, con nombres tan importantes como Hemingway, Fitzgerald, Pound, Dos Passos, Cummings, Miller, Barnes, Steinbeck, Anderson o Peirce.

Los integrantes de la citada generación reflejaron el clima de pesimismo que siguió a la Primera Guerra Mundial. Estos escritores consideraban que el panorama cultural de su país era insatisfactorio, que estaba dominado por una cultura materialista y carecía de una cultura cosmopolita. Describieron la inutilidad y la crueldad de la guerra, el materialismo de los felices años veinte, la era del jazz, la depresión económica y el declive del sueño americano.

N.Y. (Ripostes 1912)

 ¡Mi ciudad, mi amada, blanca mía! ¡Ah, esbelta!,
¡escucha! Escúchame, y con mi aliento te infundiré un alma.
Delicadamente sobre la música de flauta, ¡atiéndeme!
(…)

Mi ciudad, mi amada,
eres una doncella sin pechos todavía,
esbelta como una flauta de plata.
¡Escúchame, atiéndeme!
Y con mi aliento, te infundiré un alma, y vivirás para siempre.

(Versión de Rafael Vargas)

Hay críticos que mantienen que la primera poesía modernista comienza hacia 1912, en Chicago, con la aparición en la revista Poetry, de los grandes poetas de este movimiento, como E. Pound, W. Stevens, W. C. Williams o T.S. Eliot. La revista, además de publicar a la mayoría de los poetas de esta época, presta una especial atención a los más renovadores. Ahí tendrá un gran respaldo el Imagismo, uno de los primeros movimientos modernos en los países anglófonos, liderado inicialmente por el filósofo inglés T. E. Hulme y el estadounidense Ezra Pound. Esta tendencia que se inspira en las estrofas asiáticas y se caracteriza por el discurso sencillo y concentrado, el verso libre y las imágenes vívidas y originales, tuvo un gran impacto y se extendió a otros movimientos modernistas. Alrededor de 1913, Pound se desvinculó del Imagismo y propuso el nombre de Vorticismo para un movimiento, liderado por el pintor y escritor Wyndham Lewis, que mezclaba la literatura y las artes plásticas. El Vorticismo se encuentra muy vinculado al Futurismo de Marinetti.

En otro orden de cosas, el nuevo siglo había traído consigo muchos cambios e innovaciones que provocarían una transformación radical de espíritu y pensamiento. Las teorías de FreudMarx o Nietzsche transformarían la percepción que el individuo tenía de sí mismo, así como las nociones de verdad, certeza y moralidad. Todo ello acabaría provocando un cambio en las propuestas literarias, produciendo una oleada de renovación experimental que colectivamente conocemos como «modernismo» o «vanguardias».

Cabe destacar que, en la literatura en inglés, el término «modernismo» se emplea, frecuentemente, para designar más una época que un movimiento literario, dada la interrelación de las artes y la incidencia del experimentalismo y de movimientos artísticos como cubismo, surrealismo…

En cuanto al modernismo anglosajón, se agrupa bajo ese término la literatura vanguardista en lengua inglesa, que tuvo su apogeo entre 1 900 y 1940 en Europa. Los escritores modernistas tienen cosas en común como son el rechazo de su herencia inmediata y el rechazo de la representación realista. Se caracterizan por jugar con las expectativas del lector, la tendencia a «psicoanalizar» a sus personajes mediante el monólogo interior, o el gusto por mezclar el argot callejero con un lenguaje elaborado, a veces salpicado de cultismos y latinismos.

En narrativa aparecen grandes hitos como el UlisesEl amante de Lady ChatterleyUn mundo feliz, o 1984 de Orwell, entre otros. Mientras, en poesía, los modernistas experimentan con el verso libre y agregan al lirismo alusiones culturales heterogéneas, a veces oscuras, e imágenes inconexas; hay también la tendencia de vincular la poesía con la imagen y las artes plásticas,

El jardín (Lustra 1916)

En robe de parade
Samain

Como un ovillo de seda estampado contra una pared
ella bordea la tapia de un sendero en los jardines de Kensington
y se va muriendo poco a poco
de una especie de anemia emocional.

Y por allí se pasea una chusma
de hijos de la miseria, inmundos, vigorosos, inextinguibles.
Ellos heredarán la tierra.

Ella es el final de la estirpe.
Su aburrimiento es exquisito y excesivo.
Le gustaría que alguien fuese a hablarle,
y casi tiene miedo de que yo
cometa esa indiscreción.

(Versión de Javier Calvo)

La buhardilla

Ven, apiadémonos de aquello cuya situación es mejor
que la nuestra.
Ven, amiga mía, y recuerda
que los ricos tienen sirvientes y
no amigos,
y nosotros tenemos amigos y no sirvientes.
Ven, apiadémonos de los casados y de los solteros.

La aurora entra de puntillas
como una dorada Pavlova.
y yo estoy cercano a mi deseo.
Ninguna cosa en la vida es mejor
que esta hora de clara frescura,
la hora en que despertamos juntos.

(Versión: Rafael Vargas)

Alba (Lustra 1916)

Tan fresca como las pálidas hojas húmedas
de los lirios-del-valle
al alba yace ella junto a mí.

(Versión: Juan Carlos Villavicencio) 

El encuentro (Lustra 1916)

Mientras ellos hablaban todo el tiempo de la nueva moral
ella me exploraba con sus ojos.
Y cuando me levanté para marcharme
sus dedos fueron como el tejido
de una servilleta japonesa de papel.

(Versión: Javier Calvo)

Zapatillas negras: Bellotti (Lustra 1916)

En la mesa de más allá,
tras haberse quitado las zapatillas de ante,
con los pies enfundados en medias blancas
y cuidadosamente posados sobre una servilleta,
ella conversa: «¿Connaissez-vous Ostende?».

La gorjeante dama italiana en la otra punta del restaurante
replica con cierta altivez,
pero yo espero pacientemente
a ver cómo Celestine vuelve a ponerse las zapatillas.
Se las pone con un gemido.

(Versión: Javier Calvo)

Firma de Ezra Pound.

III – APORTACIÓN DE LA CORRIENTE IMAGISTA AL MODERNISMO

Entre los movimientos de principio de siglo en Inglaterra: Georgianos, Futuristas, Imagistas y Vorticistas, uno de los más interesantes es el de los Imagistas. El Imagismo comienza su camino en Inglaterra en las primeras décadas del nuevo siglo. Será el fuerte rechazo a lo existente y la búsqueda de nuevos cauces lo que a partir de 1909 va a unir a un grupo de amigos que tienen en común su preferencia por el verso libre, y el gusto por la poesía japonesa y hebrea.

Por entonces, un joven Pound de 24 años llega a Londres y contacta con el citado grupo. Al poco, tras los pasos de Pound llega a Europa Hilda Doolittle. Todo está preparado para la eclosión del Imagismo: los descontentos reunidos, sus intereses comunes, las influencias y los modelos, claros. El detonante fue la publicación de poemas imagistas en la revista americana Poetry, fundada por Harriet Monroe (1912), quien invitará a Pound a ser editor asociado desde Londres.

El movimiento imagista tendrá su gran apogeo en 1914 cuando aparece la antología poética Des Imagístes. Esta escuela surge como reacción a las tendencias románticas y sentimentales dominantes y muestra un claro interés renovador y rupturista. Sus integrantes son cuatro norteamericanos: E. Pound, H. Doolittle, J. G. Fletcher y Amy Lowell y tres británicos: R. Aldington, E S. Flint y D. H. Lawrence. Y su importancia radica en tres aspectos destacables.

– En primer lugar, el proceso evolutivo se sigue con atención en ambas márgenes del ámbito de la lengua inglesa: Gran Bretaña y Norteamérica. Pero esta vez no hay un plano de superior a inferior, sino que, por primera vez los poetas de ambos países, en un esfuerzo conjunto, intentan encontrar y desarrollar nuevos caminos.

– En segundo lugar, es curioso observar que las repercusiones, y los resultados de estos esfuerzos serán distintos en las dos partes implicadas. Mientras que en Gran Bretaña el Imagismo es un hito más de la trayectoria comenzada en la Edad Media con Beowulf, en Norteamérica, en cambio, este movimiento se inserta en la base de lo que se podría considerar poesía puramente norteamericana. A partir de ese momento, ni la poética norteamericana ni sus cultivadores serían ya meros seguidores de las tendencias británicas. Y aún más: la repercusión de los poetas norteamericanos se hará patente sobre los británicos y Europa entera. Fauchereau propone el nacimiento de la poesía americana hacia 1912 (gracias, en parte, a la revista Poetry). Asimismo entre las tres corrientes que cita como generadoras de esa poesía americana, la imagista es la formada en buena parte por los expatriados, pasando también por la vía de Whitman y por la de los simbolistas franceses.

– El tercer punto se refiere a la importancia de las figuras que, en un momento u otro de su producción literaria, se vieron atraídos por el Imagismo y de algún modo Io cultivaron. A los ya citados como fundadores, se pueden añadir W. C. Williams, J. Joyce, T. S. Eliot, y F. Madox Ford.

Respecto a la filosofía y características del movimiento que nos ocupa, el propio Flint responde que se consideran contemporáneos de los post-impresionistas y de los futuristas, aunque sin nada en común. Su interés es escribir de acuerdo con la mejor tradición de todos los tiempos. En cuanto a sus reglas no publicadas pueden resumirse en:

– Tratamiento directo de la «cosa».

– Eliminar toda palabra que no contribuya a la presentación.

– Respecto al ritmo: seguir la secuencia de la frase musical.

En el Imagismo se rechaza el símbolo y la metáfora como elementos poéticos. La palabra es el centro de toda poesía y el colorido es usado como imagen óptica, como simplemente pictórico y no como un valor simbólico. Esto unido al uso del verso libre. Según Fauchereau los imagistas se fijaron en la forma y el Simbolismo les dio un medio nuevo, el verso libre, el cual, a su vez, llevará a Pound a admirar una concepción «escultórica» de la poesía. La disposición de los versos sobre la página –tipográficamente esculpidos– llevará a un fructífero sacrilegio, es decir, a la poesía tipográfica, a los Cantos, a Cummings a Marianne Moore y a todos los seguidores de esta línea desde Olson hasta hoy.

Otra premisa del Imagismo es la búsqueda y asimilación de influencias, si bien, reconociendo siempre las fuentes. Estas influencias son la hebrea y la japonesa, siendo esta última la más importante. Como ocurre en el haiku al yuxtaponer dos realidades muy distantes salta la chispa de algo nuevo. Esta vertiente japonesa se manifiesta ya en los títulos de algunas obras como por ejemplo «Yoshiwara Lament» de Amy Lowell entre otros, y sobre todo en el tratamiento del contenido, como se ve en el poema de Pound Ts’ai Chi’h:

Los pétalos caen en la fuente,
los pétalos de rosa, anaranjados,
y sus ocres se adhieren a la piedra.

(Versión: Christian T. Arjona/Natalia Fernández)

Abanico para su Majestad la Emperatriz (Lustra 1916)

Oh, abanico de seda blanca,
pálido como la escarcha en un tallo de hierba,

a ti también te dejan de lado.

(Versión: Javier Calvo)

De la misma manera, hay que señalar la ascendencia de Donne, de los metafísicos en general, en los imagistas y especialmente en Eliot cuyas primeras obras se pueden considerar como imagistas.

Para terminar, decir que la importancia de esta escuela fue reducida en el tiempo y que fueron pocos los autores adscritos a la misma, los cuales evolucionaron pronto en su poesía. No obstante, en este grupo no solo se formaron grandes escritores, sino que tendrán una enorme impacto en la poesía posterior. Hay poetas como Aiken, Ransom, H. Crane y otros, que deben bastante a Pound y Eliot. Asimismo, movimientos posteriores, como el de los objetivistas y los neo-objetivistas argentinos entre otros, también muestran improntas imagistas. El único vástago del Imagismo fue el Vorticismo de Pound, donde a lo anterior se añade el movimiento o dinamismo. Su vida será corta ya que poco después comienza la Guerra mundial.

IV – SU OBRA

Para entender a Pound y su revolución poética se le debe considerar un pensador en toda la extensión del término. Pound mantuvo una constante y compleja relación con las tradiciones clásicas y medievales. Desde «Personae» hasta el «Homage to Sextus Propercius» pasando por su recurrencia a mitos y figuras de la tradición grecolatina en los Cantos (1925-1956). Todo ello en juego para ensalzar o criticar algunos paradigmas de la modernidad.

En su poética están presentes: la cita, el intertexto, la traducción, la asunción de diversas voces «antiguas» que se actualizan en sus textos. El concepto de «Personae», encarnación de Otro, da nombre a una parte de la obra anterior a los Cantos, pero persiste en ellos, después, sistemáticamente.

La tumba de Akr Caar (Ripostes 1912)

YO SOY tu alma, Nikoptis. He velado
estos cinco milenios y tus ojos muertos
no se movieron ni nunca han respondido a mi deseo,
y tus miembros ligeros, que atravesé en llamas,
no han ardido conmigo ni con azafranada cosa alguna.

Mira, la hierba leve se levantó para hacer tu almohada
y te besó con una miríada de lenguas vegetales;
mas tú no me besaste.
De tanto leerlo gasté el oro de la pared
y fatigué mi pensamiento en los signos.
Y no hay nada nuevo en este sitio.

He sido amable. Mira, he dejado los cántaros sellados
por si despertabas y murmurabas por tu vino.
Y he mantenido suaves las túnicas sobre tu cuerpo.
iOh despreocupado! iCómo podría olvidar!
–Hasta el río… hace tanto tiempo,
¿el río? Eras menos que joven
y tres almas vinieron sobre Ti
Y yo vine.
y volé sobre ti, las hice huir;
he sido íntima contigo, te he conocido.
¿Acaso no he tocado tus palmas y las puntas de tus dedos?
¿Acaso no me he deslizado a través tuyo hasta los talones?
¿Cómo entré? ¿Acaso no soy yo tú y Tú?

Y ningún sol viene a socorrerme en este lugar
y estoy desgarrada contra la oscuridad tenebrosa;
y ninguna luz me golpea y no dices
palabra, día tras día.

iOh! podría salir, a pesar de las marcas
y toda su hábil labor sobre la puerta,
salir a través de los campos de verde cristal…
Mas hay quietud aquí.
No me voy.

(Versión de Marcelo Covian)

En 1915 aparece Cathay, un volumen de poemas de Li Po traducidos por Fenollosa y reelaborados por Pound. Al contrario que los traductores anteriores, estas versiones en verso libre ofrecen a los lectores textos comprensibles. Muchos consideran Cathay como lo mejor del Imagismo’. Sin embargo, es fuente de controversia ya que ni Fenollosa ni Pound leían el chino con soltura. Cathay es una serie de adaptaciones de la antigua China, donde se intercalan poemas de guerra con lamentos de separación, como respuesta a la guerra europea de 1914.

Tras la guerra, publica Personae que recoge la poesía entre 1908 y 1920, donde aparecen el conocido «Homage to Sextus Propercius» y el hermoso poema «Hugh Selwyn Mauberley». En este volumen está representado el mundo amoroso provenzal al que dedicó un intenso estudio, excepto en su aspecto más original como es el tema del «amor cortés». Pound bucea en el verso libre de los poetas mélicos, en los clasicistas isabelinos o en los trovadores franceses, en la poesía provenzal o los juglares bretones. Persigue el retorno a la tradición, a los orígenes. Tradición no significa ataduras del pasado: es algo bello que conservamos y que se mantiene inmune al circuito dinero-mercancía-dinero. También publicó diversos ensayos como: ABC de la economíaCómo leerABC de la lectura, etc.

Sestina Altaforte (Personae 1909)

I

¡Maldita sea! Todo nuestro sur hiede a paz.
¡Tú, Papiol, hijo de puta, acércate! ¡Quiero música!
No hay vida para mí si las espadas no chocan.
Pero ¡ah!, cuando veo los estandartes de oro, vero y púrpura combatiendo,
y los vastos campos bajo ellos tornarse carmesí,
entonces aúllo, con mi corazón enloquecido  (…)

(Versión: Muestrario de Poesía II. Sto. Domingo)

Encargo (Personae 1909)

(fragmento)

Id, canciones mías, al solitario y al insatisfecho,
id también al desquiciado, al esclavo de las convenciones,
llevadles mi desprecio hacia sus opresores.
Id como una ola gigante de agua fría,
llevad mi desprecio por los opresores.

Hablad contra la opresión inconsciente,
hablad contra la tiranía de los que no tienen imaginación,
hablad contra las ataduras,
id a la burguesa que se está muriendo de tedio,
id a las mujeres de los barrios residenciales,
id a las repugnantemente casadas,
(…)
Id a los que tienen una lujuria exquisita,
id a aquellos cuyos deseos exquisitos son frustrados,
id como una plaga contra el aburrimiento del mundo;
id con vuestro filo contra esto,
reforzad los sutiles cordones,
traed confianza a las algas y tentáculos del alma.
(…)

(Versión; Javier Calvo) 

Francesca (Personae 1909)

Saliste de la noche
con flores en las manos.
Vas a salir ahora del tumulto del mundo,
de la babel de lenguas que te nombra.

Yo que te vi rodeada de hechos primordiales,
monté en cólera cuando te mencionaron
en oscuros callejones.
¡Cómo me gustaría que una ola fresca cubriera mi mente
que el mundo se trocara en hoja seca,
o en un vilano al viento,
para que yo pudiera encontrarte de nuevo
sola!

(Versión de José Luis Rivas)

De Homenaje a Sexto Propercio (1917)

(fragmento)

Felicidad mía, noche, noche plena de fulgores;
oh tálamo feliz por mis largos deleites;
cuántas palabras intercambiadas a la luz de abundantes velas;
forcejeos cuando las luces se apagaban;
con los pechos desnudos luchó contra mí,
entreabriéndose lentamente la túnica;
ella abría con sus labios mis párpados en sueño;
su boca me decía: iPerezoso!  (…)

(Versión: Revista de poesía. nº 12. U. C. Valencia/Venezuela)

En 1925 se editaron en París, a donde se había trasladado años antes, los dieciséis primeros Cantos, su obra más ambiciosa, que luego amplió y reeditó a lo largo de toda su vida, y entre los que se cuentan los Cantos pisanos (1949) y los Cantares (1956). En ellos incluye versos en diversas lenguas, y adapta y retoma materiales procedentes de otros autores y de varias tradiciones, incluso de China.

Como traductor opera doblemente:

– Por un lado reconfigura lengua y obra de otros, construyendo su propia obra a partir de esa interacción (poniendo en jaque la dualidad original/traducción).

– Y por otro, con esas recreaciones, las traducciones y reescrituras son utilizadas como un recurso poético, que hace confluir versión original y copia en un mismo texto, contemporáneo y pretérito. (No obstante, mantiene las jerarquías de «los originales»). En el «Canto l», por ejemplo, lo que hace es una cita y una recreación cuando menciona la Odisea de Divus. Así pues, es una traducción de una traducción: Pound traduce a Divus, que tradujo La Odisea.

Cantar I (1925)

Y (entonces) descendimos a la nave
Pusimos rumbo a las olas, nos deslizamos en el mar divino
e izamos el mástil y la vela sobre la nave oscura
Ovejas van a bordo junto con nuestros cuerpos
deshechos en llanto,
y el viento sopla a popa
impulsándonos a través de las hinchadas velas,
de Circe es la nave, la diosa bien peinada.
Entonces nos sentamos en el puente, con el rumbo fijo,
y así, con vela tensa, bogamos hasta el fin del día.
(…)

(Versión: Muestrario de Poesía Il. Sto. Domingo)

Él entendió que la cultura es traducción, si quiere estar viva. Traducir es volver a hacer nuevo (recrear). De cualquier manera, ahí están (Translations, 1953) las versiones y recreaciones de Cavalcanti, Arnaut Daniel, el teatro Noh japonés y la poesía china, Catulo, Bertrand de Born, Ventadour y otros, que muestran algo admirable: traducir no es un acto nostálgico de un texto definitivo, sino una búsqueda de formas y de sentidos a través de una herencia que se abre paso en el tiempo: en las nuevas obras.

Su magna obra The Cantos siempre ha sido una realidad problemática en la literatura del siglo XX. Sin duda contiene momentos de gran poesía, pero la mayor parte es ilegible. Su sistema, inspirado en el sistema pictográfico chino, enfrenta sobre un plano realidades diversas, elidiendo los nexos y buscando la máxima síntesis. De esta manera, cuenta, abusando de textos previos que rehace (el palimpsesto), la vida de Malatesta, los Sforza, los Médicis, etcétera, utilizando el mismo procedimiento en los cantos sobre la historia de China. Del mismo modo critica la vida de los «Padres Fundadores» de la república americana. El resultado de gran parte del poema está lejos de ser excelente. Se salvan tan sólo algunos cantos como el II (en el que el tema de la metamorfosis presenta una gran fuerza imaginativa), el XLV (Con usura) y el famoso CXVI, de gran calidad, y en el cual Pound resume de algún modo lo que fue su empresa: «La belleza no es locura/ Aunque yo esté rodeado por mis errores y mis ruinas».

Los cantos son, pues, un fracaso en sus pretensiones. Todo en ellos es susceptible de ser poetizado: estadísticas, economía, materiales, cartas, teorías políticas. Pero también es la obra de un hombre derrotado, ese que pide perdón en los últimos cantos, y que da cuenta de su derrota: «yo intenté cantar el paraíso». Es un naufragio de una obra inconclusa. Hay una tendencia obsesiva a fragmentar todo, a quebrar el ritmo mediante yuxtaposiciones, y sin embargo es deslumbrante en su fracaso. «Pound —como alguna vez dijo Bolaño— no es un escritor, es una literatura».

En resumen, y como dice Malpartida, en el conjunto de su obra encontramos unos cuantos poemas de extraordinaria calidad contenidos en Personae, un conjunto de buenas traducciones, y los fragmentos ya citados de su poema, The Cantos. Y sin embargo, no cabe duda de que su forma de hacer poesía y la repercusión de la misma son extraordinarias, pudiéndose rastrear hasta la actualidad en la poesía americana y europea.

Caracterización general de su escritura

Partiendo de las premisas básicas del verso libre y de la máxima condensación, en su poesía se observa lo siguiente:

** Tratamiento de la «cosa» directamente, ya sea subjetiva u objetiva; eliminando lo superfluo hasta en lo gramatical.

** Huida del sentimentalismo de cualquier tipo.

** La inclusión del habla cotidiana al texto poético.

** Liberación del ritmo para seguir su propia velocidad interior.

** Búsqueda de un dialogo entre lenguajes. En la poesía provenzal encontró la alianza entre música y poema. En la Grecia Antigua, o en la Provenza, la poesía era cantada,

** Elección de la imagen sobre la metáfora. Aquí los orientales ofrecieron una tradición milenaria de la palabra asociada a la imagen. Pound se interesó por la pintura, la escultura y la música y su interrelación. Sobre la influencia del haiku en uno de sus poemas, nos cuenta:

En el metro de París (…) Salí de un tren y vi un rostro bello,
y al volverme, otro y otro (…) Sólo veía manchas de color (…)

La aparición de aquellos rostros en la multitud/
pétalos en una rama oscura y húmeda

En una estación del metro (Lustra 1916)
(Versión: Jesús Munárriz y Jenaro Talens)

En definitiva, yuxtapone dos imágenes sin comentario y consigue un intenso efecto mediante su superposición. El poema es una especie de metáfora doble, donde se comparan los rostros con los pétalos y la multitud con la rama, y evita tanto el símil como el uso del verbo «ser».

** La superposición y/o yuxtaposición. Abundando en lo anterior, Pound aprendió del haiku la superposición de dos ideas para producir una imagen nueva. Para Uribe se trata de un «Objeto correlativo», una concatenación de hechos que reproducen la emoción. Véase «Liu Chse», en el que dos «Imágenes» se yuxtaponen (separados por un descanso de estrofa):

El susurro de la seda se interrumpe,
se levanta el polvo sobre el patio,
No hay ruido de pasos, y las hojas
se arremolinan y luego yacen quietas,
y la que regocija mi corazón está debajo de ellas:

una hoja húmeda que se adhiere al umbral.

(Versión: Christian T. Arjona-Natalia Fernández)

La utilización del haiku es fuertemente visual, como lo es el ideograma y también la imagen williamsiana de los poemas fotográficos o cinematográficos. Asimismo, se considera al color como el lugar desde el que se gesta la imagen. El haiku pues, ayudaría a escribir poemas concisos, de sensibilidad directa hacia la naturaleza, motivando el cultivo de una técnica pictórica en poesía, de imágenes o metáforas visuales.

** El uso de personas poéticas o «máscaras» del sujeto como mediadoras de la emoción, concibiendo un género como un sistema al que pueden ingresar todos los materiales. «Persona» es una máscara o una expresión de la personalidad, En el teatro romano era la careta del actor. Pound usa personas poéticas para encarnar ciertas tendencias históricas y políticas.

** Su actitud frente a la historia. Es decir, su apertura hacia la totalidad de la cultura humana («desde Homero al presente»), y el tratamiento del pasado como algo tan actual como el presente. Lo que resulta es una poesía atemporal, probablemente eterna, construida a partir de todo tipo de abolición temporal y espacial.

Hugh Selwyn Mauberley (1920)

(fragmento)

V

Allí murieron a puñados;
y los mejores, por una vieja puta ya exprimida,
por una civilización con parches,

encanto que sonríe en fresca boca,
vivaces ojos apagados bajo el párpado de tierra,

por dos gruesas de estatuas en pedazos,
por unos pocos miles de maltratados libros.

(Versión: Muestrario de Poesía II. St. Domingo)

Sin duda, Pound es el poeta con más recursos (cita, intertexto, voces, traducción…) y mejor técnica del siglo. Todo es giro. Se nota la movilidad del verso. Parece que estos no se mueven por la sintaxis, sino por pura musicalidad, y es que el Fabbro tiene un oído tremendo (requisito más que necesario para escribir en verso libre, según Browning). Por otra parte, muchas de estas características poundianas se pueden rastrear, con sus matices, en la poesía objetivista norteamericana, en los neobjetivistas argentinos de los 80 y 90 en torno al Diario de Poesía, en la Generación beat y también, según Cisneros, en la nueva poesía peruana.

:: BIBLIOGRAFÍA

ALMAGRO JIMÉNEZ, Manuel. Ezra Pound. Antología de poemas (Traducción: A. Rivero Taravillo). Sevilla. Edición, introducción y notas de Manuel Almagro Jiménez, 1991.

CLÚA SERENA, José Antonio. Calímaco, Propercio y Ezra Pound (Homage to Propertius). Universidad de Extremadura, 2001.

COSTA PICAZO, Rolando. Ezra Pound. Primeros poemas (1908-1920). Valencia. Publica Universitat de Valéncia. (Selección, traducción y edición R. Costa Picazo), 2014.

CUARTAS RESTREPO, Juan Manuel, Blanco Rojo Negro: El libro del Haiku. Santiago de Cali. Editorial Universidad del Valle, 1998.

GONZALEZ VARELA, Nicolás. Vanguardia y fascismo (entre Confucio y Mussolini)www.rebelion.org/noticia.php?id=64413,208

MALPARTIDA, Juan. Ezra Pound en su laberinto (2003). Disonancias-zapata.blogspot.com, 2015.

MORTIZ, Joaquín. Ezra Pound. El arte de la poesía. México, 1970 (1954).

MUESTRARIO DE POESÍA II. Ezra Pound, Estados Unidos. Edición digital gratuita. República Dominicana. Editor: Aquiles Julián, 2011.

PORRUA, Ana. Poéticas de la mirada objetiva. Tubarão, Brasil. Crítica Cultural ISSN 1980-6493. Vol. 2,Nº 2, 2007.

REVISTA DE POESÍA. Nº 12. Homenaje a Ezra Pound. Venezuela. POESÍA, revista bimestral de poesía y teoría poética editada por el Departamento de Literatura de la U.C. Valencia. Redacción: Alejando Oliveros / Eugenio Montejo, 1973.

SANTAMARÍA LÓPEZ, José Miguel. La aportación imagista al Modernismo. Jornadas de lengua y literatura inglesa y norteamericana de Logroño (ISBN 84-600-7365-3). Logroño. Universidad del País Vasco. 1990.

TEILLIER, Jorge. Pound de Armando Uribe Arce. (Revista Anales de la Universidad de Chile). Santiago de Chile. Edición del Centro de Literatura comparada, 1963.

VELASCO, Carmen R. de y FERRÁN, Jaime. Traductores. Introducción a Ezra Pound. Barcelona. Barral Editores, 1973.

VILLANUEVA CAHAUANA, Philarine Stefany. La poesía intercultural de Antonio Cisneros. (Tesis: Para optar al Título Profesional de Licenciada de Literatura) – Lima-Perú. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2015.

WIKIPEDIA

 



miércoles, 5 de julio de 2023

 

poemas del libro de
Marga Mayordomo
(seleccionados por la autora)

 

LA CHICA DANESA

y tras el poro rasurado __a solas
apenas roce
con la punta de los dedos
aflora      velada
en la penumbra 
sobre este cuerpo inseguro que bracea
            entre dobleces de un vestido
            dar gracia a la caída
la peinture
deslizar a mano alzada el eyeliner
por la onda
de los párpados __al vuelo


abstraído soñador antes del salto
que se adentra por el bosque y tropieza con el Gollum 
y no hay siquiera fotos ni pinturas
                                          no hay dibujos
ni fechas en el margen __no hay


qué hacer __con un cuerpo
que hace tanto dejó de ser rotundo
hay palabras y palabras
         derrapando
para siempre __se olvidaron de tu hambre y de tu sed 
inconsolable
en esta noche
         al otro lado
«él» __se cerró en tu boca
         toda la muerte

***

YUKÓN

no       
no se trata del rojo o el amarillo
en los océanos de hojas
se trata —de águilas calvas —de osos 
__ahí      rodeados de montañas que no tienen nombre   
donde los remos son fuertes y los brazos largos  
como los días 
__bajo la cúpula del mundo 
tenemos soledad tenemos hambre 
intercambiamos con el alce :: un trozo de corazón
vivo y latiente1  
           la intensidad sin riesgo no existe 
           en la montaña blanca 
           donde hileras de hombres agotados      un día treparon¹   
           —sin descanso—   
          con la locura del oro hincada en su cerebro

pronto renaceremos limpios         
por toda vecindad :: bayas azules   
somormujos

(1) Norma Kassi, nación Vuntut gwitchin

 

***

MARGINACIÓN Y DESARROLLO

la luz la luz
y más abajo —el calor —la mar adentro


      las campanillas azules__
la higuera        en la memoria de la planta
bailo sobre los toros / la vieja Creta / Kinshasa / Goma 
—en la «acuarela» soy Mamma Áfrika— 
sobre las aguas del Congo       descendemos febriles
por los saltos __somos mujeres y hombres        la vida   
… la vida	—se hace lo que haga falta—      
coloreando la oscuridad de la carne         los cantos 
—con forma de peces los cantos—  
sobre un pedazo de noche __todos son dreamers 


      y entonces era el verano o la primavera (quién sabe)             
entre los carros
(fantaseo con el cine)      las palas      las manos incestuosas 
__asfixiando
el planeta del anfibio      las palas 
ah el desarrollo el desarrollo __fertilizando los corazones       
comíamos      del nuevo pan
de la nueva eucaristía       comíamos      con veneración casi
el tierno cereal que nos amaba       hasta saciarnos 


             necesito fabular __reimaginarme
me expreso bien con la lengua de los médiums
__desde lo oculto      no paran de decirlo:
«cada anciano que muere es una biblioteca que se quema» 
—la suspensión de los días—        
los tediosos/inmemoriales días del río       la marisma
             —el vandalismo del agua—


en el mar      son otras las sepulturas

 

***

DONNA

sin «ser»      sin reconocimiento     —aún—
desde las líneas opacas del poniente        ni siquiera
tú y tú       ni tú tampoco mujer__
en femenino plural
alza tu mano / tu voz / tu lengua     sin temblor
            aprieta el play__
ahora han puesto        (siempre lo hacen)
«la mesa __demasiado alta
a menos que comamos de puntillas»
no importa no importa
tu ojo ve más allá del rosa __pastel de las televisiones
en femenino plural
           sempre muller       toujours femme       sempre donna
el Nuevo Creciente Fértil está alumbrando__
una Olma —sin techo—
nunca fue tan brillante el Violeta.

 


 

Marga Mayordomo

Marga Mayordomo SánchezPoeta madrileña, licenciada en Antropología Americana. Ha trabajado en la Sanidad Pública de Madrid. Es activa en medios digitales y ha formado parte del colectivo de poesía «ConVersos». En la actualidad pertenece a la asociación de mujeres poetas «Genialogías».

Ha colaborado con artículos y reseñas literarias en las revistas: ConVersos, Mis RepoelasRevista Almiar-Margen cero y Vallejo & Co.
Asimismo sus poemas han aparecido en diferentes antologías (Manos a la obraLibertad tras las rejasDepaso, Voces del extremoEn legítima defensaPoesía para NáufragosIndia Velada, y Ciudad Fonollosa), así como en otros medios físicos y digitales como Fonoteca de poesíaLa hoja azul en blancoMis RepoelasAdiós culturalConVersos, Tam Tam Press y Carruaje de pájaros.
Ha recibido dos premios Zenda de poesía en Instagram en 2020 y 2021, respectivamente, y el premio Enrique Pleguezuelo de Córdoba en 2022.
Entre sus publicaciones están la plaquette Con los huesos al aire , junto a los poemarios Dedos de Martini-Dry (Premio Joaquín Benito de Lucas, 2013), Pájaros tattoo (Cuadernos del Laberinto, 2018), y Yukón / versos mestizos (Mahalta Ediciones, 2022).

📓 Yukón / versos mestizos. Prólogo de Julio Mas Alcaraz, Mahalta Editorial, Colección Adivinos (2022), ISBN 9788412275261. Para adquirir el poemario: mahalta.es/producto/yukon-marga-mayordomo/

Portada del poemario Yukón

 Ilustraciones: (portada) Detalle de la tapa del poemario ▫ Fotografía de Marga Mayordomo por Lourdes Balduque (© de sus autores)

 

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