FRANCISCO CARO. EN DONDE
RESISTIMOS.
Acabo de leer el último poemario
de Francisco Caro “En donde resistimos” por el que ha recibido el muy merecido Premio
València. Institució Alfons El Magnánim en fechas recientes.
Es un poemario sugerente, que nos
lleva de la mano por la naturaleza y sus paisajes, pero también por la
nostalgia, la introspección y la reflexión sobre la vida, las relaciones, los
amigos y en modo notable por lo metapoético, por la función de la poesía.
En una primera mirada ya
observamos en su escritura un esmerado cuidado del verso, bien trabajado, con experiencia
y con exigencia del ritmo y del léxico, lo que viene a demostrar su cultura, y
conocimiento de numerosas poéticas, algunas de las cuales son mencionadas expresamente
por el poeta (Antonio Cabrera y Eduardo García, Mandelstam, Ungaretti, Costafreda
etc.). Se decanta por un verso libre, utilizando a menudo la primera y segunda
persona, con una componente dialógica, visible en muchos de los poemas.
En cuanto al tono es a veces elegiaco,
pero abunda más el tono reflexivo, mesurado y lírico que va impregnando de
madurez y serenidad el texto. En la primera parte del libro -Conversaciones-, llaman
la atención poemas como: Lo peor para ti era el amanecer, En el sur de los límites
o Nocturno tras el hambre, entre otros. En la segunda parte -Días-, señalo los
poemas: Igual que llega junio, Guardados por los muros o Jamás en comunión, por
elegir algunos. Finalmente es de estacar el extenso y magnífico poema -Dos
cómicos, de Hopper-, mi favorito.
Aquí, algunos fragmentos del poemario,
para disfrute del lector.
(Lo peor para ti era el
amanecer)
entonces convocando
a los dioses que moran
en lo oscuro,
yo pronuncié tu nombre
de arenas sobre el vientre
tu centro
-ópalo y ara-
se abría entre cerezas,
cereal.
***
(En el sur de los
límites)
Como tu mano inquieta
y en juego que pretende
con un lápiz trazar,
fijar,
esa línea que cose y
delimita
la luz del sol en borde
con la sombra
***
(Nocturno tras el
hambre).
Un pausado crujido
-el sol ya es un
alambre inútil-
trajo la noche
***
(Dos cómicos, de Hopper).
Han esperado a que la
luz se calle,
a que mueran los ruidos
hasta quedarse
huérfanos
no quedan en la sala
espectadores
ha terminado
la representación,
caminan
de la mano hacia el
borde de las tablas, se quieren
-basta ver su blancura-
dos payasos
***