miércoles, 8 de marzo de 2023

sábado, 4 de marzo de 2023

 

Revista Almiar

Cielo nocturno con heridas de fuego

04/03/2023



De Troya a Saigón, destino Brooklyn

poemario de Ocean Vuong
reseña por 
Marga Mayordomo
 


Y ahora, invadida de lluvia verde y napalm, qué decir de la potencia abarcadora                    

de esta lengua de abismos, de insólitas imágenes, de cuerpos con hambre de otros 

cuerpos, de perdidas, de ausencias, de abandono. Ciertamente, no es un libro de 

territorio al uso. Aquí se navega entre Oriente y Occidente con temporal de fondo; 

desde la antigua Troya a Saigón vadeando mitos y oleadas de escrituras, así como un 

colorido despliegue de formas, incluido el gazal árabe o persa (con sus dísticos), ya 

contemplados en algunas poéticas norteamericanas, como la de Adrienne Rich, junto 

a otras formas de corte imagista, tipo Williams o Pound. Todo ello, en una exhibición 

de poesía contemporánea original, desgarrada y valiente, que impresiona de verdad 

nos interpela de continuo. La poesía siempre es un don, una ofrenda, y, en este texto, 

es un regalo repleto de paisajes vietnamitas, de lluvias finas, de mares, de monjas en 

llamas caminando hacia su dios, de cielos rojos, de homosexualidad, de migraciones…       

En definitiva, de seres… donde siempre es octubre en la garganta y la lluvia 

atraviesa,  como balas, el recuerdo de los progenitores: Una vez tragué

lluvia durante una tormenta entera verde. Horas acostada de espaldas con mi                    

niñez abierta.

     Para ello, este joven vietnamita, nieto de estadounidense y emigrado a EE.UU., maneja con maestría el arte de la yuxtaposición, la irracionalidad o el extrañamiento, con una mano radical, aunque no violenta (que recuerda a Dickinson), cuando nos dice … cierro los labios de mi padre / con los míos y comienzo / la devota tarea del ahogamiento” , o … cuando nuestros labios se tocaron el día se cerró como un ataúd. En el museo del corazón.

O bien, cuando asistimos extrañados y sobrecogidos a la evacuación de Saigón bajo las bombas, mientras Blanca Navidad suena en la radio, y el policía yace … boca abajo en un charco de Coca-Cola / con un retrato del padre empapándose / junto a su oreja izquierda; Y continúa sin inmutarse Cuando dejamos la ciudad, seguía en llamas, por lo demás, era una mañana perfecta de primavera. Jacintos blancos boqueaban en el césped de la embajada, bajo un cielo azul de septiembre.

Otras veces, en un alarde de irracionalidad, es capaz de hacer crecer un piano negro en la pradera ante nuestros propios ojos, pero no es un piano, sino una yegua… La boca blanca sobresale como un puño. Me arrodillo ante mi bestia… El caballo y yo: una acuarela colgada fresca.

Tampoco nos deja indiferente su visión, su precisión fotográfica, sobre lo cotidiano, al más puro estilo imagista ya mencionado: Con la juventud suficiente… entran de la mano en el cráter de la bomba. La noche llena / de dientes negros, el Rolex falso, semanas / antes de romperse contra el rostro de ella, ahora brilla tenue / como una luna miniatura detrás de su cabello.

En los poemas de Ocean Vuong, la cotidianidad de la vida aparece atravesada, tanto en Vietnam como en América, por la violencia y la vulnerabilidad de los personajes, pero también existe un hueco en ellos para la ternura ¿me escuchas? La parte más hermosa / de tu cuerpo es donde / cae la sombra de tu madre, así como también lo hay para la pasión y para los sueños, en una nueva sociedad, en una nueva lengua, que no es la suya:

Llevábamos meses navegando. Había sal en nuestras frases, pero la orilla del mundo no aparecía. Se acostó a mi lado y colocó una palabra en mi nuca.

Lo logramos, amor / Viajamos a bordo de la limusina  / negra. Flanquean  / la calle para gritar tu nombre y el mío. / Amo a mi país. / ¿pero, a quién engaño? Sostengo / tus pensamientos aún calientes dentro, / Jack. Me echo sobre el maletero para salvar / un fragmento de tu memoria, / aquel en donde nos besamos… / Amo / este país. Las caras retorcidas. / Mi país. La tarde azul. Negra / limusina. Mi único guante blanco / brilla en rosa, con todos / nuestros American dreams.

Esta poesía es una escritura que no te deja indemne. Es una poesía afilada, alejada de la emocionalidad beatíficamente positiva; una aventura de itinerario poco previsible. El verso, en primera persona, aunque no siempre, es ágil y libérrimo, con distorsión de la sintaxis, y palabras elididas, que nos enfrentan a situaciones enigmáticas o ambivalentes. El tono, aunque amargo y reflexivo, no está exento de calidez y de lirismo desbordante en muchos de los poemas, en especial cuando afloran los recuerdos de la madre y de las historias de la abuela.

Con todo ello, este poemario se consolida como una obra original y arriesgada, donde la magia de un lenguaje de adopción, fresco y lleno de musicalidad, es capaz, de sumergirnos en la idea de ausencia, de fractura, y de abandono de los personajes.

 


Ocean VuongNacido en Saigón (Vietnam), el poeta Ocean Vuong,  hijo de padres vietnamitas y abuelo estadounidense, emigró con su familia a EE.UU. Creció en Hartford, Connecticut. Como persona que tuvo que emigrar a los dos años de edad y como defensor de los derechos LGTB, su escritura constituye un profundo acercamiento a temas como el deseo, la pérdida y la transformación. Ha obtenido las becas de la Fundación Saltonsatil para las artes y la beca Ruth y Dorothy Sargent Rosenberg y ha recibido, numerosos galardones: Premio de la Academia de poetas Americanos, Premio Stanley Kunitz de Poesía Joven, el Premio Pushcart y el Premio Whiting.


        Marga MayordomoPoeta madrileña, licenciada en Antropología Americana. Ha formado parte del colectivo ConVersos. En la actualidad pertenece a la asociación Genialogías. Muchos de sus poemas han aparecido en revistas digitales, y en diferentes antologías. Ha publicado la plaquette Con los huesos al aire, y los poemarios Dedos de Martini-Dry (Premio Joaquín Benito de Lucas, 2013), Pájaros tattoo (Cuadernos del Laberinto, 2018), y Yukón /versos mestizos (Mahalta Ediciones, 2022).

 margamaysan[at]gmail.com
🖥️ https://margamayordomo.blogspot.com
 


🌃 Cielo nocturno con heridas de fuego
Ocean Vuong – Vaso Roto Ediciones (2019) • I.S.B.N.: 978-8494945786 • 176 págs. • Ilustraciones artículo: (Portada) Fotografía por Chuotanhls [licencia Pixabay] Fotografía de Ocean Vuong, por slowking4, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons.

 

Reseñas en Margen Cero


Revista Almiar · n.º 126 / marzo-abril de 2023 · MARGEN CERO


 


martes, 28 de febrero de 2023

RESEÑA YUKÓN VERSOS / MESTIZOS -REVISTA NAYAGUA-

YUKÓN: FIEBRE DE LA PALABRA

¿Se puede comenzar un poemario, uno no narrativo, in medias res? En medio del asunto, de las cosas, de la cosa. Así es en Yukón, de Marga Mayordomo, iniciado con una humilde –y honesta– «y». Conjunción copulativa en minúscula por la que el texto que acontece no surge de la nada sino que, junto a la ausencia de puntuación ortodoxa y de mayúsculas a comienzo de frase, sigue un continuo del que ahora una parte se nos hace visible. No es un principio. Hay antes, mucho antes, un origen lejos de lo lineal. No nos referimos solo a la obra de la autora, que también –es este libro, el tercero de la poeta, resultado y madurez de lo ya apuntado en sus obras anteriores, aunque con una eclosión en forma y sentido que la aleja gloriosamente del mal de escribir «n» veces la misma obra–, sino a ese asunto ingente, cosa infinita, en medio del cual la autora nos planta con esa «y», diminuta, para interrogar(nos), buscar(nos), descubrir(nos), sentir(nos), al asunto, a la cosa y a un nosotros no egotista sino nosotros-mundo, en la minúscula medida de lo posible. …Hay un desprenderse, un soltar lastre, pues es esta una travesía río arriba, contra corriente…  Esta renuncia de lo que grava para colmar el hueco con lo orgánico vivo, en el terreno de lo poético ha de hacerse desde la palabra.

   Así lo entiende y hace y consigue la autora, por medio de lo que… llamaríamos, en parte, un juego; y aquí, sí, hay juego, pero también conciencia de lo que se hace, estudio. Digamos, pues, que, en el mejor de los sentidos, juega: experimenta, altera, corta, expande, repite. Destruye, deconstruye y construye el significante y lo significado. Deshace y rehace a su antojo sintaxis, gramática, la forma y el lugar de los fonemas, signos, los espacios; en definitiva: la palabra y lo que forma parte y acompaña a la palabra.

…La palabra ha de estudiarse infinitesimal e infinitamente. Con audacia y ahínco lo hace la autora sin olvidar el nombrado juego y sin restarle, por ello, sino más bien sumarle, la importancia merecida. Toma poéticas, lenguas, giros coloquiales, porciones de diálogo, notas de ópera, la más alta lírica, cine de suspense, intertextualidades, noticias, rito, trascendencia, altas cumbres, mística, miseria, barriada, buscadores de oro, divas, refugiados, Yukón, Moria, lo familiar, lo social, la alta lírica y el suelo cotidiano, para no dejar afuera ni lo que suele apartarse, el barro creador:

    o mío babino caro                                                                                                                        –oh María María canta más fuerte                                                                                                (ah, sí, los extrarradios)

Presencia es un término clave en este poemario: no suelta la poeta el mundo, haciéndolo constantemente presente. Es un todo con todo –lo que sea menester–, y cada cosa en todas. Mestizaje. No podía ser de otra manera, porque la res, el «asunto», lo incluye todo. Y si ha de vislumbrarse, ha de mostrarse.

    Collage es un vocablo que viene a la mente al leer este libro, y en su aspecto de suma de fragmentos es acertado pensarlo; también en el impacto visual, pues el dibujo resultante de la singular composición produce ese efecto, estudiado y acertado como visión de este lugar donde existimos. Sin embargo, en la lectura, sucesiva por necesidad, recuerda más a la música… Hay multitud pero no hay caos; hay inteligencia, partitura. Esa «y» inicial que se repite a lo largo del poemario, esa «y» que suma en humildad minúscula, que recuerda el versículo bíblico, es aquí también compendio de distintos narradores, voces, pero es herética: rompe con lo que haga falta, deja espacio tanto a la divinidad de Celan como al programa radiofónico o el diabólico tecnicismo verde del euríbor.

   Mención especial merece un hecho que destaca: la utilización de diferentes idiomas –cual demonio–, y no en proporción al uso del castellano, sino en forma de eclosiones, instantáneas, fugaces apariciones que chocan al romper el discurso de la lengua que nos es común.

    Como en el fresco de la Tumba del nadador, del saltador…, obvio salto a la muerte pero también a un mundo de conocimiento, en Yukón la autora nos sumerge con su «y» primera en un «en medio» que significa «de pleno», «de lleno», en la res, el «asunto». Y ese asunto es un río grande. Muy grande.                                                                                                      María Solís Munuera

Aquí unos fragmentos de la estupenda reseña, realizada por la poeta María Solís Munuera, a la que doy las gracias.

Yukón versos/mestizos                                                                                                        Marga Mayordomo                                                                                                                Ciudad Real, Mahalta, Colección Adivinos, 2022 



martes, 21 de febrero de 2023

 Poema de Marga Mayordomo incluido en el texto Ciudad Fonollosa

Últimos retazos del Centenario de Fonollosa: lectura en Aleatorio y el poema en que contesto y/o sigo en la onda de Fonollosa, el cual parece tener cierta antipatía por los paisajes verdes o frondosos, que emocionan a la gente.