domingo, 19 de diciembre de 2021

 


FRANCISCO CARO. EN DONDE RESISTIMOS.

Acabo de leer el último poemario de Francisco Caro “En donde resistimos” por el que ha recibido el muy merecido Premio València. Institució Alfons El Magnánim en fechas recientes.

Es un poemario sugerente, que nos lleva de la mano por la naturaleza y sus paisajes, pero también por la nostalgia, la introspección y la reflexión sobre la vida, las relaciones, los amigos y en modo notable por lo metapoético, por la función de la poesía.

 En una primera mirada ya observamos en su escritura un esmerado cuidado del verso, bien trabajado, con experiencia y con exigencia del ritmo y del léxico, lo que viene a demostrar su cultura, y conocimiento de numerosas poéticas, algunas de las cuales son mencionadas expresamente por el poeta (Antonio Cabrera y Eduardo García, Mandelstam, Ungaretti, Costafreda etc.). Se decanta por un verso libre, utilizando a menudo la primera y segunda persona, con una componente dialógica, visible en muchos de los poemas.

En cuanto al tono es a veces elegiaco, pero abunda más el tono reflexivo, mesurado y lírico que va impregnando de madurez y serenidad el texto. En la primera parte del libro -Conversaciones-, llaman la atención poemas como: Lo peor para ti era el amanecer, En el sur de los límites o Nocturno tras el hambre, entre otros. En la segunda parte -Días-, señalo los poemas: Igual que llega junio, Guardados por los muros o Jamás en comunión, por elegir algunos. Finalmente es de estacar el extenso y magnífico poema -Dos cómicos, de Hopper-, mi favorito. 

Aquí, algunos fragmentos del poemario, para disfrute del lector.  

(Lo peor para ti era el amanecer)

entonces convocando

a los dioses que moran en lo oscuro,

yo pronuncié tu nombre

de arenas sobre el vientre

 

tu centro

-ópalo y ara-

se abría entre cerezas, cereal.


***

 (En el sur de los límites)

 Como tu mano inquieta

y en juego que pretende

con un lápiz trazar, fijar,

esa línea que cose y delimita

la luz del sol en borde con la sombra  

 

***

(Nocturno tras el hambre).

Un pausado crujido

-el sol ya es un alambre inútil-

trajo la noche 


***

(Dos cómicos, de Hopper). 

Han esperado a que la luz se calle,

a que mueran los ruidos

hasta quedarse huérfanos

 

no quedan en la sala espectadores

 

ha terminado

la representación, caminan

de la mano hacia el borde de las tablas, se quieren

-basta ver su blancura- dos payasos

 

***

 


sábado, 4 de diciembre de 2021

 

Segundo premio Zenda de poesía de otoño en Instagram 

del 3 de diciembre de 2021

 

no      

no se trata del rojo o el amarillo

en los océanos de hojas

se trata –de águilas calvas –de osos

__ahí      rodeados de montañas que no tienen nombre  

donde los remos son fuertes y los brazos largos 

como los días __en la cúpula del mundo

asiduamente

tenemos soledad tenemos hambre

intercambiamos con el alce __un trozo de corazón

vivo y latiente 

 

la intensidad sin riesgo no existe

en la montaña dorada

donde hileras de hombres agotados     un día treparon

–sin descanso–

con la locura-del-oro hincada en su cerebro 

 

pronto renaceremos limpios

por toda vecindad bayas azules

endrinas

somormujos


                                                               Marga Mayordomo

 

domingo, 10 de octubre de 2021

Recordando el festival de "vino y versos" del 29 de septiembre de 2021, con mis amigos poetas Raúl Nieto de la Torre y Javi Gil Martín, aquí dejo estas fotos.



domingo, 4 de julio de 2021

--Acabo de terminar en el metro el poemario “El cuadro del dolor de Ana Castro, y me ha sorprendido, como un primer poemario puede alcanzar una madurez poética, que en otros autores se alcanza posteriormente.

--A lo largo del libro, el dolor, convertido en personaje en sí mismo, comparte protagonismo con el yo poético, sobre todo en la segunda mitad el poemario.

--Su escritura, en primera persona, es de tipo confesional, moderna y cargada de lirismo. Se utiliza el verso libre con fluidez y maestría, trasmitiendo esa sensación de autenticidad y/o verdad, sin concesiones al dramatismo o la autocomplacencia, cualidad indiscutible de una poesía de calidad.

En resumen, un libro de poemas que os recomiendo.