YUKÓN. MARGA MAYORDOMO
HOY COMPARTO AQUÍ, CON ENORME ALEGRIA, LA CARTA ABIERTA, QUE ME HA DEDICADO AYER FRANCISCO CARO, CON MOTIVO DE LA PUBLICACIÓN DE YUKÓN.
BLOG DE
FRANCISCO CARO. MIENTRAS LA LUZ
sábado, 26
de marzo de 2022
Carta Pública y dos poemas de Marga Mayordomo
Querida
Marga, si digo del milagro de la poesía,
capaz de andar el borde de los acantilados y ser al mismo tiempo amparadora, al
mismo tiempo vientre, caverna, tálamo abierto, refugio contra la mansedumbre de
la rutina, digo de ti. Marga, tu poesía es un desafío a los enjambres, tu
poesía grita pétalo y cereza, habla con los ríos helados. He recorrido contigo
el curso del Yukón, he ido contigo en piragua por sus rápidos y meandros,
escoltados por los inuit, contigo he atracado en puertos aún no construidos.
Hoy quiero decirte que tu poesía estalla, que busca romper el continente, esa
frontera que señalan las páginas, que busca lo que brota, no solo en la
topografía, también en el mentón de sus imágenes, en los fogonazos con que
dejas ver (al tiempo que velas) tus intenciones; en el amor sin piedad por la
tierra y su pureza, por los seres que la embarran. Me admira la ebriedad sonora
de un lenguaje que doma la sintaxis, o la inventa. Yo creo que la poesía y sus
talleres han tenido pocas alumnas más rebeldes que tú y al tiempo más
aplicadas. Digo esto porque en la creación poética, las recomendaciones
suelen formularse con recta intención, mas son a veces mera trampa para
incautos en busca de buen consejo. Tú desbrozas, rasgas y desordenas,
descorchas, para poder recomponer desde la espuma de la libertad. Tu Yukón es
mosaico de formas y paisajes, de ritmos y ciudades futuristas, de banderas
exhaustas y pupilas de lobo, tú anotas en columnas azotadas por las furias del
caos. No sé sí bajan desde tu siglo, de las campas mapuches, o de las citas que
tan primorosamente ordeñas. Y qué decir del traqueteo vándalo con que transitas
por las distintas lenguas, ese guiño a la postmodernidad. Olma sin
techo y violeta, te dices. Y en una de las páginas: necesito fabular,
reimaginarme, para luego preguntarte: ¿come finirá tutto
questo? Como si te preocupara. Yo sé que no te acongoja, porque sé que lo
tuyo es fluir, dejarte hacer… y hacer, sentarte a lomos del potro desbocado que
es el poema, y luego internarte con él en la niebla hasta oírla crujir. Dice
Julio en su prólogo que te perteneces con descaro, ¿qué si no, y quién si no?
pregunto. Yo digo que tu poesía apunta a tu pecho, que es ese revólver de cañón
que se curva 180º y que hiere a quien dispara. La poesía no te deja indemne, es
el cuenco en donde viertes la sangre de tu yo, y es la taza en donde bebes. He
visto y leído a pocos poetas, a pocas poetas, con tantos espigones de
luz, por decirlo con tus palabras.
Haces bien
en propagar, en soltar yukones, por las calles de un Madrid que nadie desea
dormido. Marga, entre los bosques de un granito batido por el agua, tú
eres corazón vivo y latiente, tú eres una valquiria,
nuestra valquiria.
Valgan
estos dos poema
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MEDITERRÁNEO
y con el sol de Homero enfrente
guijarrillos de colores
chapoteos
tren de espuma bordeando la marea
las gaviotas no se achican
yo tampoco
bosquecillos de palmeras / geranios
por todas partes
amodorrados pinos estirando el cuello
hacia la eternidad de su terruño
—un Martini bianco—
“mi amor”
carrusel de miel y flores —lo trae el aire—
—otro Martini—
aceitunas —tal vez del Lazio—
y de los ríos del Norte __el agua helada
—quién sabe— para el camino
—dice—
¡ah! las energías las energías
universos paralelos en la fiesta de Neptuno
y el sol __azul Sorolla fiero
y el mar __no sé
de otro color
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YUKÓN
no
no se trata del rojo o el amarillo
en los océanos de hojas
se trata -de águilas calvas -de osos
__ahí rodeados de montañas que no tienen nombre
donde los remos son fuertes y los brazos largos
los días
__bajo la cúpula del mundo
tenemos soledad tenemos hambre
intercambiamos con el alce :: un trozo de
corazón
vivo y latiente*
la intensidad sin
riesgo no existe
en la montaña blanca
donde hileras de hombres
agotados un día treparon
–sin descanso–
con la locura del oro hincada en su cerebro
pronto renaceremos limpios
por toda vecindad :: bayas azules
somormujos
* Norma Kassi, nación Vuntut gwitchin.