martes, 13 de septiembre de 2022


ÁFRICA 

RECUERDOS DEL ÁFRICA 

Yo no soy Karen Blixen, no tuve una granja en África, pero si alto voltaje en querencias, recuerdos, fotografías impresas; cuando los veranos eran los julios del Sahara o los agostos de cualquiera de las orillas del Nilo, del Congo del Níger , junto a sus coloridas gentes. Entonces todo era “normal”; no había esclavas sexuales, niños soldado, secuestradores de escuelas; no, la violencia no estaba. Y Boko Haram no era, ni siquiera, un pensamiento en la mente de los hombres.

Por aquel tiempo yo era inexperta y blanca, y los puñetazos del mundo, aún eran torpes; y viajaba y volaba de sitio en sitio, bien en falúa, o en burro, o en Toyota a 1000 por hora sin llantas, y me sumergía para lavarme en las oscuras aguas del Níger, como lo más normal. O pateaba con gusto las dunas, sin importarme la sed, ni el calor, ni el hambre. Y él me ponía turbantes y adornos, y me hacía cuantas fotos quería, para apresar mi imagen. Y, en cualquier descuido del sol, él me besaba en el cuello. Sí, yo entonces era muy joven, tanto como Molly Bloom. Y, estaba enamorada, sí.















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